Cuelgo esta simpática foto porque yo también me estoy meando. La niña desde luego es encantadora, parece feliz, sana, hace sus cosas con naturalidad, como debe ser. Bendita inocencia. Como ya hemos aprendido unas elementales normas de higiene, con vuestro permiso os dejo. Haced lo que queráis, que yo mientras voy al lavabo.