Viajes, 2

Sería interesante saber en qué momento y porqué dejamos de medir los viajes no en la distancia que se nos imponía sino en el tiempo invertido en recorrerla. Lo habitual no es que digamos que nuestro destino está a 40 kilómetros, por ejemplo, sino que está a 20 minutos o a 6 horas según cojamos el avión, el tren, vayamos a pie o en coche. ¿Siempre ha sido así? Ese troquelar el espacio en tiempo no deja de fascinarme.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s