1968. Sonia Delaunay, una de las últimas representantes vivas de las primeras vanguardias, expone su obra en París. Pintora y diseñadora francesa de origen ucraniano, la suya es una aventura de ritmos y colores puros que deja libres en telas, collages, tapices y todo tipo de objetos. Qué mejor, pues, que charlar con Jacques Dutronc, evocar a Apollinaire y que Françoise Hardy se marque un playback vestida con un traje abstracto diseñado por la propia artista. La canción: Comment te dire adieu, de Serge Gainsbourg. Más estilo imposible.