Nuestro lúgubre ministro del Interior en funciones, ¿no ha dimitido ya? ¿Nadie le cesa? No me parece muy normal, en un Estado de derecho. Pero en fin. Esperando a que alguien tome pronto las medidas oportunas, me preparo un Dry Martini con mucho hielo y sigo escuchando (es una adicción) al bueno de Paolo Conte.