En su día, fueron en masa al cine a ver The Artist, aunque ni antes ni después nada les empujó a ver entera una película muda de Buster Keaton o Mary Pickford. Ahora, de nuevo en tropel, llenan los cines y salen entusiastas con La la land, pero no aguantarían una peli de Fred Astaire y Ginger Rogers ni bajo los efectos de la ayahuasca. Yo, de verdad, es que no los entiendo.